ÚLTIMA REVISIÓN DE ESTE POST 23/11/2022
Con frecuencia, en el sector del diseño gráfico y el branding se utilizan muchos términos en que pueden resultar completos. Con tanto término en Inglés, vamos a aclarar conceptos y ver para qué sirve cada uno y que no te vendan lo que no es.
¿Para qué sirve un moodboard, un brandboard o un manual de marca?
Cada creativo trabaja de una forma, hay profesionales que su proceso de inspiración lo comparten con el cliente también, yo prefiero dejar eso como parte interna mía de mi proceso, rellenando hasta la parte de fuera de las mesas de trabajo en Illustrator 😂 Lo que sí obtienen mis clientes son los dos últimos, el “brandboard” yo lo llamo “guía de estilo” y sirve justamente para resumir al final de la propuesta todo lo que le he ido proponiendo a mi cliente en su propuesta de su identidad para su marca. Y lo que obtiene al final de todo el servicio, es tanto el manual como el sistema de carpetas con todos los recursos: versiones de logo, grafismos, composiciones de ejemplo, stock de imágenes, etc.
Ahora bien, para saber utilizar tu marca y que otros profesionales diseñen o creen con ella, necesitas un manual con las normas de uso, las reglas compositivas y todo el desglose por escrito, un “brandboard” no te sirve, porque es un resumen visual y no un establecimiento de pautas: tamaño mínimo, composición de párrafos y titulares, combinaciones cromáticas, estilos fotográficos, gestión del tono y demás recursos que condicionan tu identidad de marca.
Vamos a conocer en profundidad cada herramienta.
Qué es un moodboard y para qué sirve

Es una técnica que forma parte del proceso creativo del diseñador gráfico y consiste en generar un documento donde reunir en una misma composición todos aquellos elementos inspiradores o que conceptual y formalmente pueden casar con los objetivos de la futura marca a crear: objetos, colores, tipografías, formas, etc.
La utilidad de este recurso se basa en poder ir tanteando ciertos estímulos a nivel visual que puedan ir generando una serie de ideas, de caminos a explorar y que todo elemento que haya en el moodboard cumpla una función, esté en el lienzo por un motivo concreto, aquí es el momento de ir delimitando a nivel visual esas vías de comunicación gráfica en base al lenguaje visual.
La finalidad de un brandboard y por qué no confundirlo con un manual

Consiste en un único documento que resume los elementos identitarios a nivel visual y verbal de una marca y sirve para que tanto cliente como diseñador puedan tener en un solo vistazo una imagen general de la nueva identidad de marca del cliente. Este elemento no sustituye al manual, ya que no normaliza el uso de dichos elementos.
Como he comentado más arriba, yo lo llamo en mi proceso de trabajo “guía de estilo” y lo entrego al cliente junto con la propuesta completa de identidad, como un resumen que le permita ver en un vistazo esa esencia de su marca mediante estímulos visuales, sus elementos identitarios básicos, etc.
El manual de uso de marca, pieza clave en el Branding

Es un documento que recoge y normaliza el uso de todos los elementos identitarios de una marca, tanto visuales y verbales y pauta sus normas de uso, de forma que el propio cliente pueda conocer su marca y gestionarla y futuros profesionales que tengan que trabajar con ella puedan conocer sus elementos y reglas de implementación para respetar la identidad.
Como su nombre indica, es un manual, con lo cual es un documento instructivo. Según el perfil del cliente, el tipo de marca y las vías de comunicación, serán necesarias normalizar e incluir unas cosas y otras. Puedes ver más info sobre el uso del manual y los elementos con los que yo trabajo en mi proceso de trabajo, además de ejemplos de manuales descargables de otras grandes marcas en este enlace.
Un ejemplo más de por qué es necesario educar en diseño gráfico
Son tantas las veces que me he topado con problemas con esto que justamente por ello vi necesario en su día en Instagram y en Pinterest realizar una comparación muy básica en base a este caso real, para así poder ilustrar el papel de cada elemento y no confundirlos entre sí.
Ante esto, está claro que la responsabilidad es siempre compartida, lo ideal sería que los profesionales no vendiesen “brandboards” como manuales, pero también que cada cliente dedique tiempo a conocer y preguntar sobre estos procesos, porque muchas veces nos imponen ciertos anglicismos pero de nada sirve que te vendan recursos que tú como cliente no sepas utilizar.
Es muy constante para mí la impotencia de muchos clientes cuando les explico qué es un manual y que incluye y me mandan el de su marca anterior y resulta que es solo un PDF tipo “Brandboard”, presentando un logo, los colores, las tipografías y fin… Y resulta que ese cliente pensaba que tenía un manual para usar su marca y no, solo tiene un documento que resume sus elementos identitarios (demasiado escueto, por cierto) pero que no le ayuda a saber cómo utilizarlos.
Aprovecho para dejarte por aquí un pin sobre esta comparación, por si quieres guardarlo o compartirlo 🙂
¡Hasta aquí el artículo!
Espero que toda la información te sea de utilidad, ilustrativa y que te hayas quedado con ganas de más. Recuerda que puedes conocer más sobre la herramienta del manual de uso de marca en este post. Y ya sabes que si tienes cualquier consulta, estaré encantada de resolverla.
¡Te espero en los comentarios! 🙂